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No Somos Perfectos

Todos y cada uno de nosotros somos únicos. Menuda novedad, ¿no? Pues,  no. Debemos ser conscientes de que algunas personas todavía no lo saben o mejor, no lo quieren saber. Prefieren esconderse detrás de su orgullo, de su miedo, de su enorme talento para así escabullirse y ocultar que además de únicos, tienen cualidades superiores que les permitirían dejar ese confort incomparable que les ofrece su invisibilidad buscada.

Escondidos detrás de otro profesional, de un mueble de escritorio, de un mostrador de tienda, de un carro de limpieza, de unos ladrillos,  observan las oportunidades profesionales y personales. Mejor no demostrar las cualidades profesionales y no conseguir ese puesto directivo. Mejor no tener pareja. Mejor no asistir a la Universidad y estudiar en casa sin obtener título propio. Mejor no sentir, no vivir.

El terapeuta Sean Maguire (Robin Willians) en el Indomable Will Huntig deberá derrumbar la barrera del miedo del joven Will Hunting (Matt Damon). Will pierde su valioso tiempo entre violencia de calle y trabajos de mínimo esfuerzo intelectual. Sin embargo, Will no es indomable, no quiere ser un perdedor, no quiere no sentir. Will hace señales desde su escondite. Su mejor amigo, su probable pareja, su astuto terapeuta recogerán el testigo para empujar a Will hacia la vida. Sin miedo pero con red.

Boleto ganador

¿Cuántas oportunidades laborales perdemos por miedo? Miedo al fracaso, miedo al No, Miedo a las comparaciones y Miedo al yo no valgo, yo no puedo, yo no debo, yo no me lo merezco. Menudo error, ¿no?

Si tenemos el boleto ganador, podemos cobrar el premio más tarde o más temprano. Si necesitamos que alguien nos recuerde nuestro valor, vale, la evidencia a veces se esconde. Si necesitamos recuperarnos de un fracaso, vale, hay tiempo para la cura. Lo importante es saber que el boleto es nuestro, que la oportunidad laboral es nuestra y que el fracaso es tan nuestro como el éxito. Todo es válido. Todo, menos tirar el boleto ganador a la basura.

Eres un aficionado

Como Will Hunting (Matt Damon) hay individuos que piensan, ponderan y deciden que eso de la pareja perfecta es verdad de la buena. A partir de ese momento puede iniciarse un tonteo amoroso en busca de ese ideal imposible. Probando. Probando. Uno. Dos. Uno. Dos.

Se trata de buscar la pareja ideal y como nadie somos perfectos pues mejor solo que mal acompañado. Buena excusa. O bien, picoteamos a destajo o mejor, no tenemos pareja.

Como al terapeuta Sean Maguire (Robin Willians) a mí tampoco  me gustan los aficionados a la vida, no me caen los que se creen perfectos y desechan aquello que consideran como imperfección. Me atraganto con tanto cobarde. No busquemos la pareja perfecta porque nosotros no somos la pareja perfecta. No debemos pretender ser perfectos porque nosotros no somos perfectos. ¿Simple? No. Para algunos, es un imposible.

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