
Foto de Mathew MacQuarrie
Uno de esos términos de moda que sirve para todo. Se ha trastocado tanto su significado que alguien ya debería estar pensando en inventar otro término o concepto para sustituirlo. Se puede escribir mucho sobre el tema, de hecho, yo he divido en varias partes este blog, porque se alargaba demasiado. Empecemos por el principio:
La corrección política, lo primero que hay que decir sobre ella es que hay un debate sobre el propio término. Su significado tiene multitud de matices, pero se suele utilizar para describir el lenguaje, las políticas o las medidas destinadas a evitar ofender o poner en desventaja a personas de grupos particulares de la sociedad. Sí, es la definición de Wikipedia, pero es la más clara que he encontrado. Dicho de otro modo, no hagas chistes de homosexuales, por poner un ejemplo, porque eso es ir contra tal colectivo. Algo que en principio tiene que ver con el respeto y parece algo bueno y completamente lógico.
Lo políticamente incorrecto sería ir en contra de dicha corrección. En principio, sería algo malo.
De momento todo está claro, sin embargo, llega un momento en que todos los colectivos se sienten ofendidos por cualquier cosa. De repente, nos encontramos con un escenario en el que tampoco debes hacer chistes sobre los carpinteros, los fontaneros, o los jóvenes, o los que se dejan barba, o los que comen perritos calientes o los calvos… Vamos, que todo es incorrecto según “la ley de corrección de política” y no se puede opinar de nada. Es como si con la excusa de proteger a ciertas personas se hubiera creado una norma sobre lo que podemos decir y cómo debemos pensar y actuar.
Y llega un momento en el que eso que llaman corrección se convierte en censura. Sí, censura pura y dura.
Hay cosas que no se pueden decir, y más en esta sociedad actual decadente en la que vivimos. Desde este punto de vista, eso que se denomina políticamente incorrecto, no solo no es algo malo, sino que suele encubrir verdades como castillos.
Por supuesto, que no me refiero a hacer chistes de raza, sexo, enfermedades… pero es que llega un momento (caso real) en que no puedes decirle al camarero que te ha atendido (ese mismo que no te ha puesto aperitivo y ha metido los dedos dentro del vaso antes de tirar la caña) que ha tardado mucho en cobrarte, cuando entre medias estaba contestando “guasaps”, porque si se lo dices se enfada y, encima, el de al lado te dice a ti que respetes al pobre hombre que cobra muy poco y le explotan. Que me respete él haciendo bien su trabajo. ¿A eso hemos llegado?
El político de turno, ese que ha mentido (con imágenes documentales que lo corroboran de forma completamente objetiva e inequívoca), ese que hace lo contrario que dijo que haría y, ¿yo no puedo llamarle mentiroso? Pues no, siempre hay alguien que asegura que lo dices porque es de otra opción política distinta a la tuya, que debo ser políticamente correcto. Yo digo, “pero si yo no tengo ese problema, creo que absolutamente todos los políticos, de cualquier opción, mienten”… Por cierto, decir eso también es políticamente incorrecto, debes ser de algún bando o si no, no sumas, cuando realmente el que no es de ningún clan, es justo el único que piensa con total libertad. Uy, creo que he sido políticamente incorrecto otra vez.
Para determinada gente tampoco puedo hablar de cagar (como me pasó en un blog anterior), algo que hace todo el mundo prácticamente a diario, ya que alguien se ofende porque le da asco. En fin, menos mal que no es el caso de este blog y puedo escribir con libertad… puedo, ¿no?…si estás leyéndolo es que está publicado.
Algunas verdades como castillos… o frases políticamente incorrectas.
El amor (romántico) está sobrevalorado.

Foto de Eilis Garvey
Al decir eso me dicen que me busque una novia, que folle más, que sin el amor no se mueve el mundo, que si no amas como vamos a sobrevivir, y chorradas parecidas… en fin, que sí que claro que el amor está muy bien y es muy bonito, pero está sobrevalorado. Hablo del amor romántico, de pareja, claro que existe el amor a un hijo o un a madre que no es lo mismo, pero en el otro sentido, a veces parece que estás obligado a tener pareja, si te separas a buscar otra, que si no la tienes te falta algo… y resulta que el amor está bien, siempre que esté bien, eso de tenerlo por tenerlo es lo peor que se puede tener.
Me fastidia especialmente (daros cuenta que no he escrito que me “jode”, porque es políticamente incorrecto) aquellos que en medio de tal debate me dicen que ellos harían cualquier cosa por amor, ¿cualquier cosa?, ¿en serio?, ¡¡¿cualquiera?!! Si hablan en serio están como una puta cabra, así de claro. ¿De verdad te suicidarías por amor?, por ejemplo, o ¿matarías a alguien?. Eres un enfermo y deberías estar encerrado. La mayoría acaban reconociendo que están siendo exagerados y hablan de forma figurada, menos mal.
No estoy en contra de eso que llamamos amor, pero realmente el amor no existe como creemos, no es más que una reacción química que se produce en nuestro cerebro. Esa reacción que segrega drogas a nuestro organismo se termina, puede ser en un día, dos horas, 3 meses o 10 años, pero o te estás “enamorando continuamente” o es imposible que dure para siempre. Lo importante en una pareja es que existan más cosas aparte del “amor”; respeto, cariño, afecto, amistad, complicidad, sexo… Existe un sentimiento de amistad que si se junta a una atracción sexual o romántica puede confundirse con el amor. Pero lo que vale es la amistad, no el sobrevalorado amor.
Ahora que lo pienso sí… lo principal en la vida es el amor… pero a uno mismo. Empieza por ahí antes de decir que quieres a alguien más.